lunes, 19 de octubre de 2009

Mirá lo que te digo


Estoy buscando casa. Es probable que haya gente que jamás haya pasado por esta situación, pero quiero comentarles que no se pierden de mucho.


Generalmente, cuando uno se muda lo hace presionado. Entonces uno tiene que tratar de conseguir un lugar que le guste para vivir en cuestión de días, porque lo apremia la recisión o finalización del contrato del departamento o casa que está dejando.

A medida que pasan los días, llega la desesperación. Y los inmobiliarios (esos seres despreciables) identifican automáticamente esa incipiente desesperación y sacan provecho de ella.

Con estas perspectivas, es muy difícil encontrar un lugar que a uno le guste pensando que vivirá allí al menos por los próximos 12 meses. Y entonces hay tipos que te quieren enchufar cualquier cosa.

Por eso, queridos amigos, dos o tres cositas que les pueden servir:

a) "Finales" es una palabra discutible. Si un departamento sale "1200 pesos FINALES" es muy probable que sea mentira. Siempre hay una expensa, impuesto, aumento o demás que uno va a tener que costear.

b) Eviten por todos los medios decir que son estudiantes. Esta sociedad no está preparada para cobijarlos... a menos que tengan una o dos garantías propietarias y garantes profesionales o que tengan un recibo de sueldo abultadísimo. No, les juro que a los inmobiliarios no les da vergüenza preguntar cuánto tienen para gastar.

c) Vayan siempre mostrando que "ustedes van a alquilar si se les canta". En definitiva, los que garpan son los inquilinos y el laburo de los inmobiliarios es mostrar las propiedades, así que miren todas las casas que se les cante, aunque nunca más regresen.

d) Eviten preguntas del tipo: "¿Y qué tal los vecinos?"; "¿Tiene problemas de humedad?" o "Es tranquilo este barrio, ¿no?". Siempre nos querrán convencer de que nos están alquilando lo mejor del mundo y jamás nos van a decir que nos van a tocar viejas como la que ya he descrito en otras ocasiones.

Hay muchas cosas más, pero aquí me detengo. Si quieren más, avisen y completo. Me despido con una charla telefónica que, aunque no parezca, fue totalmente real:

Inmobiliario —Inmobiliaria Sarasa, buenas tardes.

Weinbaum —Hola, ¿qué tal? Mirá, estaba buscando una casa de dos habitaciones, medianamente céntrica...

Inmobiliario
—Céntrica, mmmmnnno. Tengo una en Avenida Ramírez...

Weinbaum —Ahá. ¿Y qué comodidades tiene?

Inmobiliario —Bueno, tiene dos habitaciones, cocina-comedor, baño y un lavadero chico.

Weinbaum —Ah... ¿Y está en buenas condiciones?

Inmobiliario —Ehh... pse... es una casa más bien rústica.

Weinbaum —Rústica... ¿Y qué significa rústica?

Inmobiliario —Y... rústica...

Weinbaum —Sí, eso ya me lo dijiste, pero ¿qué significa rústica?

Inmobiliario —Y que no tiene agua caliente, no tiene gas natural y que hay que cambiarle algunas aberturas...

Weinbaum —Pero flaco, eso no es rústico. Eso es una mierda.

Inmobiliario —Bueno, señor, es lo que tenemos.

Weinbaum —No, dejá, no me interesa. Gracias.


"Rústica". Eso es lo que se llama publicidad engañosa.


6 comentarios:

la vecina dijo...

a una amiga le ofrecieron una casa, describiéndola como "cálida y acogedora, fuera de bulevares". era un monoambiente, por donde el diablo perdió el poncho, con un baldío detrás. y eso sí, cálida era. en el infierno hacía menos calor!

embusteros seriales son los de las inmobiliarias. ánimos! ya encontrará un chiquero ideal.

saludos!

Dieguillo dijo...

que cosa che!! después de todo la idea de irse a vivir debajo de un puente no parece tan descabellada. Y estoy seguro, no tiene tanta rusticidad.
Don chancho, descripción precisa ha hecho. Le sugiero, para la próxima, grabe la conversación que hizo con el de la inmobiliaria y subala, así nos reímos con ganas.
Abrazo.

Sr. Lini dijo...

AGUANTE INMOVILIARIA SARASA!!!!

Grotesco dijo...

Sin lugar a dudas los empleados de inmobiliaria Sarasa son gente muy capacitada con influencias teóricas como Matt Groening. Estamos en el primer mundo, no hay nada que hacer.

Luciana dijo...

Yo tengo una casita para alquilarte. Monoambiente, rodeada de un jardín parquizado. Mucho espacio verde, revestimientos de madera, acogedora. A diez minutos del centro.Tuvo un sólo dueño.

Ahí vivía mi perro Tatón, pero murio el año pasado.


Cualquier cosa, consultame.

Anónimo dijo...

Esto me remueve mucho, pero mucho, los sentimientos.
Estoy en esa situación por estos días.
A mi, por teléfono nomás (aunque confieso que me hubiera gustado ver "el departamento" en cuestión) me recomendaron uno que no tenía división entre baño y cocina. Si, si, unque parezca mentira.
Y a ante mi desconcierto y posterior pregunta me contestaron: "de eso se tiene que encargar usté"

envío saludos mientras me cepillo los dientes con una mano y revuelvo la olla con la otra.

Marizzzz